Londres.- El entrenador del Inter de Milán, el portugués Jose Mourinho, afirmó en una entrevista que tomará una decisión sobre su futuro después de la final de la Champions en Madrid el próximo día 22.
"Después (de la final) me lo pensaré. Y después de pensar, tomaré una decisión, porque hasta ahora realmente no he invertido ni un segundo en pensar sobre mi futuro", dice el técnico del Inter.
Mourinho añade: "no soy una persona egoísta, soy un hombre de grupo, soy un hombre de club y en este momento sólo pienso en los jugadores, el Inter, los aficionados, el campeonato (de Liga), la Liga de Campeones. Después de la final de la Champions (contra el Bayern de Múnich), pasaré un par de días pensando en mi futuro".
Sus declaraciones se producen después de afirmar recientemente que entrenará al Real Madrid, sin especificar cuándo, al igual que ha dicho alguna vez que volverá a entrenar en Inglaterra.
A un paso de devolver al Inter un título que no ha ganado en 45 años (la copa de Europa) y que Mourinho ya ganó con el Oporto, el portugués reconoce que es "muy difícil" que siga entrenando en Italia, pese a que está muy a gusto en el club.
No obstante, destaca que "en el Inter me hacen sentir muy bien, realmente querido", por lo que "luchar con ellos una temporada creo que puede ser posible, incluso sin estar en mi hábitat natural".
El Inter de Milán llegó a la final de la Champions después de superar en la semifinal al Barcelona, vigente campeón, una eliminatoria sobre la que ofrece algunos detalles tácticos en la entrevista, como el entramado defensivo en el partido de vuelta.
"Fuimos a Barcelona con la idea de plantear el partido de una manera determinado, de manera que Diego Milito y Goran Pandev retuvieran el balón en zonas de ataque e intentaran marcar un gol, porque sabíamos que una desventaja de dos goles en Barcelona no era desventaja enorme", explica el técnico.
"Pero perdimos a Pandev en el calentamiento antes del partido y tuvo que jugar Cristian Chivu, que es un jugador completamente diferente. Después de eso perdimos a Thiago (por expulsión) y teniendo que jugar con 10 durante más de una hora nuestra decisión fue mantenernos compactos", continúa Mourinho.
"Compactos en profundidad, pero también en anchura, porque ellos utilizan mucho la anchura con Daniel Alves y el lateral izquierdo. Controlamos la profundidad y la anchura y nunca perdimos el balón en el juego de posición", asegura el entrenador, que señala que fue intencionado entregarle toda la posesión de la pelota al Barça.
"Tuvieron que hacer frente al doble muro que les planteamos, con una línea de cuatro y una de cinco. Fue difícil para ellos y realmente fácil para nosotros. Creo que para ellos fue difícil ver como corría el reloj sin que llegara el gol, mientras que en mi equipo la confianza no paraba de crecer", dice.
Según Mourinho, se equivocan quienes dicen que fue un partido muy defensivo: "no fue el tipo de partido en el que jugamos a la defensiva y en el que nuestro portero fue el mejor jugador. En este caso, nuestro portero sólo hizo una parada, una gran parada, a un disparo de Messi, pero sólo hizo una parada en todo el partido".
"Esto demuestra el tipo de partido que jugamos", señala.
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