EFE
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que sobrevoló hoy la región serrana de Río de Janeiro, donde al menos 397 personas murieron debido a intensas lluvias, calificó la situación de "muy dramática", dijo que el sufrimiento es "visible" y señaló que la ocupación irregular en áreas de riesgo agudizó el desastre.
Rousseff ofreció una rueda de prensa conjunta con el gobernador regional, Sergio Cabral, en la que aseguró que hay zonas donde el "riesgo es muy grande" debido al temporal, que ha sepultado bajo las aguas y el lodo varias áreas, donde aún trabajan los socorristas.
"Es de hecho un momento muy dramático. Las escenas son muy fuertes. Es visible el sufrimiento de las personas. El riesgo es muy grande", dijo Rousseff, en la que fue su primera comparecencia pública desde que asumió la Presidencia, el pasado día 1.
La mandataria alabó la "gran capacidad de organización del Gobierno de Río de Janeiro, combinado con el Gobierno federal y los alcaldes", y aseguró que las prioridades son las tareas de rescate, la reestructuración de las condiciones de vida y el acceso a servicios de salud.
Asimismo, dijo que algunas "montañas se disolvieron" sin que se dieran condiciones de irregularidad urbanística, pero en otras áreas se pudieron observar escenas "de ocupación irregular de áreas de riesgo", lo que agudizó el desastre.
También señaló la importancia de iniciar un proceso de prevención junto con las labores de reconstrucción.
Rousseff se comprometió a que la liberación de recursos económicos para ayudar a las víctimas se llevará a cabo de "la forma más rápida y menos burocrática posible".
La presidenta explicó que en las situaciones de emergencia y calamidades hasta el 50% de los recursos puede ser anticipado, pero matizó que la presentación de cuentas es obligatoria, una medida que las autoridades aplican para evitar fraudes.
También recordó que dentro de los programas gubernamentales destinados a la aceleración económica, se destinarán 11.000 millones de reales (6.740 millones de dólares) para labores de saneamiento y drenaje en todo el país y puntualizó que "la previsión no es una cuestión sólo de defensa civil".
La mandataria precisó que "no es un papel de las Fuerzas Armadas participar del proceso de reconstrucción", aunque garantizó la participación de los militares en esas labores en el caso de que las autoridades lo consideren oportuno.
"El Gobierno Federal y yo especialmente transmito mi total solidaridad a las familias de las víctimas", concluyó Rousseff.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado la muerte de al menos 397 personas como consecuencia de las lluvias e inundaciones registradas en distintos puntos de la serranía fluminense.
La mayoría de los fallecidos se registraron en los municipios de Teresópolis, Nueva Friburgo y Petrópolis, las ciudades más afectadas por las precipitaciones, que provocaron deslizamientos de tierras que sepultaron cientos de viviendas construidas principalmente en las faldas de las montañas.
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